Nos sobran los motivos...

Frosty - The Snowman

 Han pasado algunas semanas desde el último post publicado por este medio. Aunque detesto las justificaciones, he de decir que ello ha obedecido un poco a algunos proyectos paralelos que demandaban también su cuota de atención personal, así como a los infaustos efectos que viene produciendo en mí el más odioso de los visitantes que por estas fechas suele darse una vuelta por aquí: el winter blues. Debido a él, hasta el salir de la cama por la mañana se convierte en una tarea doblememte desagradable.

Esta mañana, sin embargo, tuve que dejar muy temprano a alguien cerca a su trabajo, así que no me quedo de otra que bancarme los 26 grados Farenheit que hacía a las 5 de la madrugada (para los que aún no se acostumbran a la conversión de unidades, 26 F = 3 grados centígrados bajo cero). Lo bueno es que, como ya podrán haberse dado cuenta, ello me sirvió para, aprovechando el desvelo, ponerme al día con el mantenimiento de esta página. Y es que fue precisamente el ver a la ciudad tan quieta y con sus luces de Navidad encendidas lo que me hizo caer en cuenta que no importa lo imperfecta que pueda ser esta estación. Siempre habrá algún detalle que le dé la vuelta del revés a nuestro ánimo y nos ayude a seguir adelante con lo nuestro, como ese muñeco de nieve falso que me hizo sonreir camino de regreso.

Gracias, Frosty.... (Ojalá te derritas pronto, maldito, o termines siendo derribado por los fugaces rayos de sol que aún se atreven a asomar cuando les das la espalda al amanecer....).